jueves, julio 27, 2006

IMAGEN PERSONAL Y PROFESIONAL (I): INTRODUCCIÓN

Hoy en día, la Asistente Ejecutiva enfrenta nuevos y muy diversos retos debido, como sabemos, a los cambios que ha experimentado el ambiente empresarial, los cuales han hecho de su terreno laboral un espacio altamente competitivo; obligándola así, no sólo a reforzar y actualizar sus conocimientos, sino también, a tomar en consideración una serie de estrategias que le permitirán auto-mercadearse de manera efectiva como profesionales capaces y seres humanos integrales.

Dentro de estas estrategias, la Imagen Personal juega un papel importantísimo ya que es a través de ella que todas aquellas personas con las que entramos en contacto podrán formarse una primera impresión, errónea o no, sobre quiénes somos y qué podríamos ser capaces de aportarles.

A primera vista, podría parecer frívolo pensar que la imagen que proyectamos posee tanta importancia, pero si tomamos en cuenta que el 90% de nuestro acercamiento con el mundo, lo hacemos a través del sentido de la vista, no nos resultarían entonces, tan descabelladas o poco importantes, las ideas que sobre una persona, lugares o “cosas”, nos hacemos al mirarlas aunque sea por primera vez.

A través de un manejo adecuado de nuestra Imagen Personal, podremos proyectar todo lo que queramos.

Si nuestro deseo es demostrar eficiencia, confiabilidad, preparación, capacitación, profesionalismo, seguridad, éxito, etc.; podremos hacerlo, si tenemos en consideración una serie de herramientas existentes para permitirnos desarrollar aquellas aptitudes/actitudes que lleven a crear en nuestros interlocutores una impresión favorable, la cual se tornará duradera a través de nuestra convivencia diaria.
IMAGEN PERSONAL Y PROFESIONAL (II): ¿DIFERENTES PERO IGUALES?

Según la Enciclopedia Encarta-2005, una Imagen es una “figura, representación, semejanza y/o apariencia de algo”. Mientras que entre las muchas definiciones que de Imagen presenta el Diccionario Larousse Ilustrado-2005 hay una que dice. “Imagen es la representación mental de un ser o un objeto”.

Estas definiciones no se alejan del concepto que estamos tratando sobre Imagen Personal o Profesional. Yo me atrevería a definir la Imagen Personal, como “las impresiones que perciben los demás, acerca de una persona, a través de su apariencia” y, aunque no “podemos transmitir lo que no tenemos”, si verdaderamente queremos crear una imagen personal acorde con nuestra profesión aunque no se corresponda con nuestro estilo de vida; podemos hacerlo.

La Imagen Personal se compone de una serie de elementos que van mucho más allá del vestuario y el maquillaje. Ésta está conformada por los conocimientos adquiridos, la educación, la personalidad, el carácter, el comportamiento, nuestros conceptos morales, espirituales, etc. todo lo cual transmitimos a través de nuestra imagen visual por medio de nuestra apariencia personal, voz, lenguaje no verbal, etc.

Como vemos, es un poco más complicado de lo que creíamos pero, al fin y al cabo, todos son elementos que pueden ser manejables unos, otros cambiables, otros moldeables; pero que una vez que se tienen conocimientos sobre ellos, pueden trabajarse para sacarles el mejor provecho y crear la imagen que deseamos transmitir.

Para lograr salir con éxito de esta empresa, es de vital importancia tener siempre en mente la idea qué queremos proyectar, y trabajar fuertemente en ello, porque los cambios nunca vienen solos; se basan en el trabajo continuo y constante de quienes desean superarse.
IMAGEN PERSONAL Y PROFESIONAL (III): SU IMPORTANCIA PARA LA PROFESIONAL DE OFICINA.

Por mucho tiempo la Secretaria ha sido definida como la “Imagen de la Empresa”; en muchos casos, este concepto fue tergiversado de tal manera por muchos empleadores, que llegó a basarse tan sólo en la reunión de ciertas características físicas especiales (belleza), sin reparar en su preparación profesional ni mucho menos en su formación personal.

Aunque todavía se da este caso, desafortunadamente más de lo que desearíamos, hoy en día se destaca la importancia de la imagen personal de la secretaria, asociándola de una manera más profesional, y que se torna casi indivisible, a la imagen de la empresa; basándose en el hecho de que al ser esta profesional el primer contacto de los clientes con la institución, en ella se deben reunir las características esenciales (confiabilidad, orden, organización, profesionalismo, disposición para el servicio, etc.) que las instituciones buscan transmitir a sus clientes o posibles clientes.

Esta asociación de la imagen profesional de la secretaria con la de la empresa, tiene su mayor medio de transmisión en la “Apariencia Física” que como sabemos, no se limita a la pulcritud, profesionalismo y capacidad de la secretaria; hay otros aspectos visuales que contribuyen a reforzar las ideas que queremos transmitir a nuestros interlocutores como son la voz, los gestos, etc., a través de esta imagen visual.

Aunque en esta oportunidad nos estamos enfocando en la imagen de la secretaria, el concepto de Imagen Personal y su Importancia ha logrado trascender a las empresas y a los sectores del entretenimiento, farándula, actuación o modelaje; convirtiéndose en un recurso obligatorio para todo profesional que desea destacarse, no importando cuál sea su área de trabajo.

En cualquier caso, la imagen personal es mucho más que lo físico, es una actitud, una forma de comportamiento.

Es todo lo que una persona proyecta al entrar en contacto con otra. Pero hay algo que en especial las secretarias no podemos olvidar y es que, aunque hoy en día manejamos la imagen como un concepto integrado por muchos factores que van desde la educación hasta la capacidad profesional; la apariencia física, sigue siendo el medio por excelencia para su proyección.
IMAGEN PERSONAL Y PROFESIONAL (IV): LA APARIENCIA PERSONAL


Los profesionales que estudian la conducta, indican que los seres humanos tardamos treinta (30) segundos en formarnos lo que se llama una “Primera Impresión”, sobre los demás.

Sólo tienes una oportunidad para causar una buena primera impresión

Estemos de acuerdo o no, treinta segundos es el tiempo que le tomará a cualquier persona el formarse una opinión favorable o no acerca de otra y ésta estará basada en lo que vean; es decir, en su apariencia personal, su cabello, su ropa, la forma de su cuerpo, su sonrisa y el resto de su comunicación no verbal.

Cuando el mensaje que transmitimos a nivel visual es positivo nuestro interlocutor asumirá que nuestros otros aspectos, importantes para él, también son positivos. Desafortunadamente, si el mensaje visual que transmitimos es negativo, ese nuevo cliente, compañero de trabajo, jefe o cualquier otra persona con la cual nos relacionemos, talvez no quiera tomarse el tiempo necesario para descubrir las cualidades positivas que podamos tener en nuestro interior.

Puede que el Arreglo Personal no le asegure una posición profesional ni le abra, necesariamente, las puertas de un trabajo; pero sí puedo asegurarle que el desaliño y la falta de pulcritud en su aspecto exterior sí que pueden cerrarle muchas puertas.

La Apariencia Personal, se refiere al aspecto externo de la persona. Aunque las personas tienen rasgos innatos, hoy en día estos pueden ser transformados casi completamente gracias a los avances de la ciencia y la cosmetología.

Los componentes de la apariencia personal son: la ropa-accesorios, el físico (tipos de cuerpo), la cara (la piel), la comunicación no verbal (gestos y posturas) y las habilidades para interrelacionarse socialmente.

Estos componentes de la apariencia personal, estemos conscientes o no, envían impresiones a nuestros interlocutores sobre aspectos de nosotros, como son el atractivo, el estatus social, el grado de escolaridad, educación, inteligencia, personalidad, clase social, estilo, gusto, sexualidad y hasta la edad.

Pero aunque la apariencia personal parece ser un factor detonante en las relaciones interpersonales, no olvide que existen condiciones físicas que escapan al control de ciertas personas, por lo que no debieran de convertirse en aspectos vitales para su desarrollo personal.

Por ejemplo: hay una gran diferencia entre ser desaliñado y ser feo; ya que esto de ser feo es absolutamente subjetivo y responde a patrones muy relativos. La persona que considere que físicamente no responda a los patrones generalmente establecidos por la sociedad, puede lograr, y cuando se lo propone lo hace, alcanzar todos aquellos logros que se proponga a nivel personal y profesional, destacándose en la sociedad. Casos para ilustrar este ejemplo abundan en la actualidad. Lamentablemente, la presunción de ineficacia de una persona con alguna limitación física visible, es algo que sucede muy comúnmente en nuestra sociedad

Más ese no sería el caso de la persona descuidada y desaliñada, a quien le importa poco su apariencia y bienestar físicos.

Aunque sea un aspecto básico y para todos esté sobreentendido, es fundamental en este punto llamar la atención sobre la Higiene, Aseo y Cuidado Personal ya que estos son de importancia vital en todas las relaciones interpersonales.

Socialmente, hay establecidas ciertas normas de limpieza que, el no cumplirlas, conlleva su coste: el aislamiento social. Claro está, que en ocasiones nos pueden suceder ciertos imprevistos que puedan causarnos incomodidades a nosotros y a los que nos rodean; ya sea por aspectos de salud, cambios hormonales u olvidos accidentales, lo importante de este aspecto es que no se conviertan en un hábito.

IMAGEN PERSONAL Y PROFESIONAL (V): LA IMAGEN CORPORATIVA
La Imagen Corporativa ha tomado una importancia capital dentro del proceso de posicionamiento de las empresas en el mercado.

Aunque de manera tangible o física, podemos decir que la imagen corporativa está formada por una serie de elementos que caracterizan a la empresa dentro de una comunidad, como son los colores, logo, eslogan, uniformes, etc., ésta va mucho más allá y tiene que ver con la forma en que la comunidad (lugar donde está ubicada, clientes, usuarios, relacionados, etc.) la perciben.

Aunque existen infinidad de medios y tácticas mercadológicas para lograr el posicionamiento de una empresa en la comunidad, ninguno será tan efectivo como la eficiente y efectiva labor realizada por sus recursos humanos.

El personal es de vital importancia en este proceso, pero como sucede con la Imagen Personal del Profesional, existen varios factores a tener en consideración cuando hablamos del personal como imagen de la empresa y entre estos podemos mencionar:

1. Fidelización del Personal. Para muchas empresas es algo utópico hablar de la fidelización de su personal, cuando muchas veces éste no está identificado con la misma y no se siente comprometido con ésta. La fidelización de los empleados es un complicado proceso que va desde una correcta gestión de puestos, pasando por una explicación clara al empleado de cuáles son sus funciones y qué espera la empresa de éste; hasta abarcar una política clara de incentivos y beneficios por parte de la empresa para con ellos. Podría resumirse en que el proceso de fidelización de los recursos humanos dependerá de qué tan efectivos sean los mecanismos que la empresa utilice para lograr la satisfacción del empleado, para que de esta manera éste se identifique con los metas de la empresa y asuma su compromiso para alcanzarlas.
2. Gestión de Personal Clara. Tanto la empresa como el personal deben estar más que claros en cuáles son sus deberes y derechos, para juntos trabajar en el proceso de alcanzar las metas y objetivos fijados. Esto se debe establecer al momento de la contratación.
3. Gestión de Imagen Definida. La empresa tiene que tener en claro cuáles son los componentes visuales (uso de uniformes, colores, carnés, estilos de peinado, etc.) de la imagen que desea transmitir y la forma en que deberá hacerse.

Concienciar a los empleados en su rol e importancia como imagen de la empresa, es un proceso bastante delicado si no se tienen reglas claras y estas se aplican desde su entrada misma a la institución.

Sin lugar, a dudas la imagen visual transmitida por el empleado a través del uso de un uniforme con los colores designados por la empresa, su carné de identificación, en el caso de las mujeres el estilo del peinado, colores de los zapatos, etc. no es la misma que se transmite cuando cada uno de los empleados viste un color o estilo diferente e incluso, de manera informal y hasta inapropiada para el trabajo que desempeña.

Recordemos que el profesional debe despertar la confiabilidad de sus clientes/relacionados y que con un vestuario inadecuado, un maquillaje inapropiado para la hora y el lugar, sólo logrará que estos duden en si hicieron bien o no al elegir esa empresa para realizar cualquier negocio, ya que podrían pensar que ésta no cuenta con el personal calificado para satisfacer sus necesidades.

Por último, debemos tener en claro que aunque buena parte de la imagen corporativa recae sobre el empleado, la responsabilidad de la misma es enteramente de la empresa.

Las empresas, necesariamente, deben tener políticas claras en cuanto a la gestión de personal, lo cual incluye normas de comportamiento, horarios de trabajo, uso de uniformes, carnés de identificación, determinación de funciones y una correcta gestión de puestos, programas de incentivos y aplicación de sanciones, etc.; para lograr así desarrollar la conducta organizacional necesaria para el logro de sus objetivos.

En cualquier caso, no se concibe una empresa organizada sin un uniforme que identifique a sus empleados; no importando lo informal que sea el área en la que se desempeñe.
IMAGEN PERSONAL Y PROFESIONAL (VI): ES CUESTIÓN DE ACTITUD, 100% ACTITUD

La Actitud es un factor de la personalidad muy importante en los países desarrollados y en estos tiempos ha tomado tal repunte que existen cursos como el llamado “Gestión de la Actitud”, para estudiarlo extensamente.

La definición que presenta el Diccionario Larousse sobre la Actitud, la refiere, entre otras cosas como “la postura del cuerpo humano”. La Enciclopedia Encarta-2005 presenta un concepto un poco más ampliado definiéndola como “la Postura del cuerpo humano, especialmente, cuando es determinada por los movimientos del ánimo o expresa algo con eficacia. Actitud graciosa, imponente. Actitudes de un orador, de un actor.

En resumen, podemos definir la Actitud, como “la postura que asumimos ante la vida y sus acontecimientos”.

Al igual que a la personalidad, existen diversos factores que afectan nuestra actitud, entre los que podemos mencionar:

· Nuestro carácter,
· La Autoestima,
· El grado de Asertividad,
· Nuestras habilidades para interrelacionarnos social y profesionalmente,
· Nuestras creencias y conocimientos,
· Nuestro nivel educacional.

Muchas veces fallamos al proyectarnos debido a la actitud con que enfrentamos ciertas experiencias, ya sean estas positivas o negativas.

A veces, nuestra poca autoestima nos lleva a desarrollar una actitud defensiva ante los demás, la cual hace que reaccionemos negativamente a sus aproximaciones, erigiendo barreras frente a ellos.

Lo importante es darnos cuenta de que realmente no somos adivinos, no podemos arriesgarnos a vaticinar cuál será la reacción que causaremos en los demás, ya sea con una acción, o al expresar una opinión, etc., porque, simplemente, no somos adivinos.

Estas presunciones que hacemos generalmente están basadas en nuestras propias y limitadas creencias; por lo tanto, casi siempre, serán negativas, lo que conllevará a abrir aún más la brecha entre nosotros y los demás.

Lo ideal es que dejemos de preasumir cómo responderán los demás a nuestro acercamiento y asumamos ante la vida una actitud más segura, abierta, espontánea, positiva y decidida; sin poses ni aires de superioridad, que les impidan sentirse a gusto con nosotros para de esa forma, poder desarrollar unas relaciones interpersonales más sanas y exitosas.

La actitud es un elemento que puede ser mejorado con la práctica constante; permitiendo de ese modo que nos acerquemos a los demás sin establecer un juicio anticipado, erróneo generalmente, de cuál sería su respuesta.

La actitud positiva con la que asumamos nuestras relaciones personales es la misma que debemos poner en práctica cuando nos enfrentemos con nuevas experiencias, retos, oportunidades y, hasta los problemas y contratiempos; para así poder lograr ser verdaderamente exitosos en nuestro desempeño personal y laboral.

Cuando hablamos de mantener una actitud positiva no nos referimos a que tomemos una posición de irrealidad mítica ante la vida o los eventos que enfrentemos en la cotidianidad; de ninguna manera. Lo que esto quiere significar más bien, es que debemos afrontar todas y cada una de nuestras situaciones esperando el desenlace mejor que podamos obtener, gracias a los elementos que poseemos o con los cuales contamos para conseguir nuestros objetivos (finalizar un trabajo con éxito, entablar buenas relaciones interpersonales, etc.).

Si vas a la guerra pensando que vas a perder, ya perdiste. Siempre he sido de la creencia de que todas las batallas se ganan primero en la mente y luego con la acción. Toda experiencia que asumas en la vida con una actitud derrotista o negativa, estará destinada al fracaso, no vale la pena siquiera que lo intentes.

La actitud involucra los pensamientos, sentimientos y las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, de los demás y las experiencias que vamos acumulando a lo largo de nuestra existencia. Y vuelvo a repetir, cuando hablamos de mantener una actitud positiva, lo que básicamente queremos significar es la confianza que debemos tener en nosotros mismos y en la capacidad que poseemos para resolver cada una de las situaciones que se nos presentan en la vida, enfrentándolas con decisión, para así obtener resultados satisfactorios.

¡Feliz día!