jueves, julio 27, 2006

IMAGEN PERSONAL Y PROFESIONAL (VI): ES CUESTIÓN DE ACTITUD, 100% ACTITUD

La Actitud es un factor de la personalidad muy importante en los países desarrollados y en estos tiempos ha tomado tal repunte que existen cursos como el llamado “Gestión de la Actitud”, para estudiarlo extensamente.

La definición que presenta el Diccionario Larousse sobre la Actitud, la refiere, entre otras cosas como “la postura del cuerpo humano”. La Enciclopedia Encarta-2005 presenta un concepto un poco más ampliado definiéndola como “la Postura del cuerpo humano, especialmente, cuando es determinada por los movimientos del ánimo o expresa algo con eficacia. Actitud graciosa, imponente. Actitudes de un orador, de un actor.

En resumen, podemos definir la Actitud, como “la postura que asumimos ante la vida y sus acontecimientos”.

Al igual que a la personalidad, existen diversos factores que afectan nuestra actitud, entre los que podemos mencionar:

· Nuestro carácter,
· La Autoestima,
· El grado de Asertividad,
· Nuestras habilidades para interrelacionarnos social y profesionalmente,
· Nuestras creencias y conocimientos,
· Nuestro nivel educacional.

Muchas veces fallamos al proyectarnos debido a la actitud con que enfrentamos ciertas experiencias, ya sean estas positivas o negativas.

A veces, nuestra poca autoestima nos lleva a desarrollar una actitud defensiva ante los demás, la cual hace que reaccionemos negativamente a sus aproximaciones, erigiendo barreras frente a ellos.

Lo importante es darnos cuenta de que realmente no somos adivinos, no podemos arriesgarnos a vaticinar cuál será la reacción que causaremos en los demás, ya sea con una acción, o al expresar una opinión, etc., porque, simplemente, no somos adivinos.

Estas presunciones que hacemos generalmente están basadas en nuestras propias y limitadas creencias; por lo tanto, casi siempre, serán negativas, lo que conllevará a abrir aún más la brecha entre nosotros y los demás.

Lo ideal es que dejemos de preasumir cómo responderán los demás a nuestro acercamiento y asumamos ante la vida una actitud más segura, abierta, espontánea, positiva y decidida; sin poses ni aires de superioridad, que les impidan sentirse a gusto con nosotros para de esa forma, poder desarrollar unas relaciones interpersonales más sanas y exitosas.

La actitud es un elemento que puede ser mejorado con la práctica constante; permitiendo de ese modo que nos acerquemos a los demás sin establecer un juicio anticipado, erróneo generalmente, de cuál sería su respuesta.

La actitud positiva con la que asumamos nuestras relaciones personales es la misma que debemos poner en práctica cuando nos enfrentemos con nuevas experiencias, retos, oportunidades y, hasta los problemas y contratiempos; para así poder lograr ser verdaderamente exitosos en nuestro desempeño personal y laboral.

Cuando hablamos de mantener una actitud positiva no nos referimos a que tomemos una posición de irrealidad mítica ante la vida o los eventos que enfrentemos en la cotidianidad; de ninguna manera. Lo que esto quiere significar más bien, es que debemos afrontar todas y cada una de nuestras situaciones esperando el desenlace mejor que podamos obtener, gracias a los elementos que poseemos o con los cuales contamos para conseguir nuestros objetivos (finalizar un trabajo con éxito, entablar buenas relaciones interpersonales, etc.).

Si vas a la guerra pensando que vas a perder, ya perdiste. Siempre he sido de la creencia de que todas las batallas se ganan primero en la mente y luego con la acción. Toda experiencia que asumas en la vida con una actitud derrotista o negativa, estará destinada al fracaso, no vale la pena siquiera que lo intentes.

La actitud involucra los pensamientos, sentimientos y las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, de los demás y las experiencias que vamos acumulando a lo largo de nuestra existencia. Y vuelvo a repetir, cuando hablamos de mantener una actitud positiva, lo que básicamente queremos significar es la confianza que debemos tener en nosotros mismos y en la capacidad que poseemos para resolver cada una de las situaciones que se nos presentan en la vida, enfrentándolas con decisión, para así obtener resultados satisfactorios.

Abril, el mes de las Secretarias