Los profesionales que estudian la conducta, indican que los seres humanos tardamos treinta (30) segundos en formarnos lo que se llama una “Primera Impresión”, sobre los demás.
“Sólo tienes una oportunidad para causar una buena primera impresión”
Estemos de acuerdo o no, treinta segundos es el tiempo que le tomará a cualquier persona el formarse una opinión favorable o no acerca de otra y ésta estará basada en lo que vean; es decir, en su apariencia personal, su cabello, su ropa, la forma de su cuerpo, su sonrisa y el resto de su comunicación no verbal.
Cuando el mensaje que transmitimos a nivel visual es positivo nuestro interlocutor asumirá que nuestros otros aspectos, importantes para él, también son positivos. Desafortunadamente, si el mensaje visual que transmitimos es negativo, ese nuevo cliente, compañero de trabajo, jefe o cualquier otra persona con la cual nos relacionemos, talvez no quiera tomarse el tiempo necesario para descubrir las cualidades positivas que podamos tener en nuestro interior.
Puede que el Arreglo Personal no le asegure una posición profesional ni le abra, necesariamente, las puertas de un trabajo; pero sí puedo asegurarle que el desaliño y la falta de pulcritud en su aspecto exterior sí que pueden cerrarle muchas puertas.
La Apariencia Personal, se refiere al aspecto externo de la persona. Aunque las personas tienen rasgos innatos, hoy en día estos pueden ser transformados casi completamente gracias a los avances de la ciencia y la cosmetología.
Los componentes de la apariencia personal son: la ropa-accesorios, el físico (tipos de cuerpo), la cara (la piel), la comunicación no verbal (gestos y posturas) y las habilidades para interrelacionarse socialmente.
Estos componentes de la apariencia personal, estemos conscientes o no, envían impresiones a nuestros interlocutores sobre aspectos de nosotros, como son el atractivo, el estatus social, el grado de escolaridad, educación, inteligencia, personalidad, clase social, estilo, gusto, sexualidad y hasta la edad.
Pero aunque la apariencia personal parece ser un factor detonante en las relaciones interpersonales, no olvide que existen condiciones físicas que escapan al control de ciertas personas, por lo que no debieran de convertirse en aspectos vitales para su desarrollo personal.
Por ejemplo: hay una gran diferencia entre ser desaliñado y ser feo; ya que esto de ser feo es absolutamente subjetivo y responde a patrones muy relativos. La persona que considere que físicamente no responda a los patrones generalmente establecidos por la sociedad, puede lograr, y cuando se lo propone lo hace, alcanzar todos aquellos logros que se proponga a nivel personal y profesional, destacándose en la sociedad. Casos para ilustrar este ejemplo abundan en la actualidad. Lamentablemente, la presunción de ineficacia de una persona con alguna limitación física visible, es algo que sucede muy comúnmente en nuestra sociedad
Más ese no sería el caso de la persona descuidada y desaliñada, a quien le importa poco su apariencia y bienestar físicos.
Aunque sea un aspecto básico y para todos esté sobreentendido, es fundamental en este punto llamar la atención sobre la Higiene, Aseo y Cuidado Personal ya que estos son de importancia vital en todas las relaciones interpersonales.
Socialmente, hay establecidas ciertas normas de limpieza que, el no cumplirlas, conlleva su coste: el aislamiento social. Claro está, que en ocasiones nos pueden suceder ciertos imprevistos que puedan causarnos incomodidades a nosotros y a los que nos rodean; ya sea por aspectos de salud, cambios hormonales u olvidos accidentales, lo importante de este aspecto es que no se conviertan en un hábito.