Hoy en día, la Asistente Ejecutiva enfrenta nuevos y muy diversos retos debido, como sabemos, a los cambios que ha experimentado el ambiente empresarial, los cuales han hecho de su terreno laboral un espacio altamente competitivo; obligándola así, no sólo a reforzar y actualizar sus conocimientos, sino también, a tomar en consideración una serie de estrategias que le permitirán auto-mercadearse de manera efectiva como profesionales capaces y seres humanos integrales.
Dentro de estas estrategias, la Imagen Personal juega un papel importantísimo ya que es a través de ella que todas aquellas personas con las que entramos en contacto podrán formarse una primera impresión, errónea o no, sobre quiénes somos y qué podríamos ser capaces de aportarles.
A primera vista, podría parecer frívolo pensar que la imagen que proyectamos posee tanta importancia, pero si tomamos en cuenta que el 90% de nuestro acercamiento con el mundo, lo hacemos a través del sentido de la vista, no nos resultarían entonces, tan descabelladas o poco importantes, las ideas que sobre una persona, lugares o “cosas”, nos hacemos al mirarlas aunque sea por primera vez.
A través de un manejo adecuado de nuestra Imagen Personal, podremos proyectar todo lo que queramos.
Si nuestro deseo es demostrar eficiencia, confiabilidad, preparación, capacitación, profesionalismo, seguridad, éxito, etc.; podremos hacerlo, si tenemos en consideración una serie de herramientas existentes para permitirnos desarrollar aquellas aptitudes/actitudes que lleven a crear en nuestros interlocutores una impresión favorable, la cual se tornará duradera a través de nuestra convivencia diaria.
Dentro de estas estrategias, la Imagen Personal juega un papel importantísimo ya que es a través de ella que todas aquellas personas con las que entramos en contacto podrán formarse una primera impresión, errónea o no, sobre quiénes somos y qué podríamos ser capaces de aportarles.
A primera vista, podría parecer frívolo pensar que la imagen que proyectamos posee tanta importancia, pero si tomamos en cuenta que el 90% de nuestro acercamiento con el mundo, lo hacemos a través del sentido de la vista, no nos resultarían entonces, tan descabelladas o poco importantes, las ideas que sobre una persona, lugares o “cosas”, nos hacemos al mirarlas aunque sea por primera vez.
A través de un manejo adecuado de nuestra Imagen Personal, podremos proyectar todo lo que queramos.
Si nuestro deseo es demostrar eficiencia, confiabilidad, preparación, capacitación, profesionalismo, seguridad, éxito, etc.; podremos hacerlo, si tenemos en consideración una serie de herramientas existentes para permitirnos desarrollar aquellas aptitudes/actitudes que lleven a crear en nuestros interlocutores una impresión favorable, la cual se tornará duradera a través de nuestra convivencia diaria.